Qué ver en Bucarest

Qué ver en Bucarest

La capital de Rumanía cuenta con numerosos lugares de interés que merecen ser conocidos. A continuación, os indicamos cuáles son para nosotros las visitas imprescindibles de Bucarest.

¿Sabíais que Bucarest alberga el Parlamento más grande de Europa? ¿Y que es uno de los destinos más baratos para viajar? ¿O que es apodado como la pequeña París? Su arquitectura de inspiración francesa contrasta con edificios de estilo soviético que recuerdan su etapa comunista, convirtiendo a la capital de Rumanía en un lugar repleto de contrastes. Una ciudad muy especial y que merece ser explorada con tranquilidad.  

Paseando por sus avenidas arboladas descubrimos buenos restaurantes, bonitas iglesias, un impresionante arco del triunfo y una animada vida nocturna. Son solo algunos de los motivos para visitar Bucarest. 

Para empezar a conocer su historia, un free tour por Bucarest o un tour privado son perfectos. Y para profundizar en su cara oculta o en capítulos concretos de su pasado, un tour de misterios y leyendas o un free tour por el Bucarest comunista son igualmente opciones perfectas. 

Una turista fotografiando el antiguo palacio bursátil de Bucarest

Monumentos más emblemáticos: del Parlamento al Templo Coral

Resulta imposible visitar Bucarest y no acercarse a contemplar su famoso Parlamento, el más grande de Europa. Cuenta con más de 1.000 estancias divididas en unas 20 plantas, tanto subterráneas como en superficie, y se extiende a lo largo de unos 365.000 metros cuadrados. Las cifras son realmente alucinantes. Para visitar sus diferentes dependencias y descubrir cómo se llevó a cabo esta colosal obra, la visita guiada por el Parlamento de Bucarest es un plan casi obligado.

En el casco antiguo destaca especialmente la iglesia de Stavropoleos, cuyos orígenes se remontan al año 1724. Aunque algunos terremotos casi provocan su demolición, los trabajos de restauración han permitido que llegue a nuestros días, conservando tanto su fachada como sus increíbles frescos y sus obras de arte bizantino. 

Dentro del legado religioso, no hay que olvidar el Templo Coral. Se trata de una de las pocas sinagogas de Bucarest que han logrado sobrevivir al paso del tiempo. Su decoración interior os cautivará nada más atravesar su pórtico. En cualquier caso, para seguir indagando en la herencia hebrea en este destino, el tour por el barrio judío es una actividad más que recomendada. 

Por si esto fuera poco, la plaza de la Revolución es un símbolo de la historia reciente del país. Aquí fue donde el dictador Nicolae Ceaușescu pronunció su último discurso en diciembre de 1989, justo antes de que la Revolución rumana derribara al régimen comunista. Desde esta zona se puede admirar la fachada del Palacio Real, la Biblioteca Central de la Universidad de Bucarest y el Ateneo Rumano, una popular sala de conciertos de finales del siglo XIX.

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Museos muy variados: del arte rumano hasta la cotidianeidad rural

Para conseguir una imagen completa de la ciudad, conviene visitar algunos de los museos de Bucarest. Uno de los más peculiares y conocidos es el museo Satului, que se puede recorrer por libre o participando en una visita guiada. Se trata de un museo al aire libre que recrea construcciones de múltiples aldeas del país y muestra su evolución desde la Edad Media hasta el siglo XIX. Un emocionante viaje por la Rumanía rural sin necesidad de salir de la ciudad.

El Museo Nacional de Arte de Rumanía es otra de las exposiciones más importantes, no solo de la capital sino de todo el país. En sus diferentes salas se exponen tanto obras nacionales como de otras naciones de Europa. El Greco, Tintoretto, Rubens, Rembrandt o Monet destacan entre su catálogo. 

Palacetes como la mansión Ceausescu o el palacio Sutu también merecen ser visitados. Por no hablar del palacio de Cotroceni, la residencia oficial del presidente de Rumanía, y que cuenta con museo propio. Asimismo, para descubrir cómo se vivió en esta ciudad entre finales de los años 40 y los 80, no dudéis en reservar la entrada al museo del Comunismo de Bucarest.

¿Qué ver cerca de Bucarest?

No hay duda, uno de los imprescindibles que hay que ver cerca de Bucarest es el castillo de Bran, más conocido como el castillo de Drácula. En esta fortaleza vivió Vlad III el Empalador, el siniestro personaje que inspiró a Bram Stoker para dar vida al vampiro más famoso de todos los tiempos. El trayecto por carretera hasta esta famosa construcción de Transilvania es de unas tres horas, pero aseguramos que es un viaje realmente increíble. Para llegar a este lugar de forma cómoda y sin complicaciones, nada mejor que unirse a la excursión a los castillos de Bran y Peles.

Las minas de sal de Slănic ubicadas en el distrito de Prahova, son también muy populares entre los turistas. Esta maravilla subterránea se encuentra a más de 200 metros de profundidad e impresiona por sus gigantescas dimensiones. Se dice que el aire que se respira en su interior es de los mejores del mundo, especialmente indicado para personas con enfermedades respiratorias. ¿Quién se anima a unirse a una excursión a las minas de sal de Slănic?

Otras excursiones desde Bucarest interesantes son las siguientes: 

  • Excursión al balneario Therme: A escasos 20 kilómetros de Bucarest se encuentra uno de los mejores balnearios del país y uno de los centros termales más grandes de Europa. Un lugar perfecto para disfrutar de unas horas de relax absoluto. ¡Un auténtico oasis de paz!
  • Excursión al mar Negro: Una ruta perfecta para descubrir la costa de Rumanía, tan famosa por sus playas como por sus vínculos con la civilización griega. 
  • Excursión a Bulgaria: ¿Qué tal una escapada al país vecino? Esta actividad permite conocer localidades como Veliko Tarnovo, famosa por sus monumentos medievales; o Ruse, que destaca por su arquitectura típica de la Belle Époque